Carolina Jaimes Branger4 ago 2016No te perdono, Chávez Hace tres días me despedí una vez más de mi hija menor. Y cada vez que me despido me duele más. Me duele porque como bien lo definió mi amiga Elizabeth Fuentes, soy una madre huérfana. Me duele porque siento que mi hija está mejor fuera que en nuestro país, cuando hubiera querido que ella viviera, como varias generaciones de sus antepasados, en Venezuela.
Hace tres días me despedí una vez más de mi hija menor. Y cada vez que me despido me duele más. Me duele porque como bien lo definió mi amiga Elizabeth Fuentes, soy una madre huérfana. Me duele porque siento que mi hija está mejor fuera que en nuestro país, cuando hubiera querido que ella viviera, como varias generaciones de sus antepasados, en Venezuela.