El País26 mar 2018Huir de Venezuela es cuestión de vida o muerte Durante casi dos décadas, los ojos de innumerables movimientos sociales se posaron esperanzados sobre Venezuela, cuyas políticas y liderazgo parecían responder a las muchas necesidades desatendidas de las personas más pobres e históricamente discriminadas en América Latina. Medidas como la creación de ayudas para madres de escasos recursos, ambiciosos programas de alfabetización y la construcción de centros de salud fueron algunos ejemplos. No todo fue perfecto. Grandes sectores de la población siguieron adoleciendo de protección, como las personas lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersex, cuyos derechos nunca fueron reconocidos, a pesar de que la región, en líneas generales, avanzaba en esta materia. Pero la percepción mayoritaria, dentro y fuera de Venezuela, era que el país progresaba.
Durante casi dos décadas, los ojos de innumerables movimientos sociales se posaron esperanzados sobre Venezuela, cuyas políticas y liderazgo parecían responder a las muchas necesidades desatendidas de las personas más pobres e históricamente discriminadas en América Latina. Medidas como la creación de ayudas para madres de escasos recursos, ambiciosos programas de alfabetización y la construcción de centros de salud fueron algunos ejemplos. No todo fue perfecto. Grandes sectores de la población siguieron adoleciendo de protección, como las personas lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersex, cuyos derechos nunca fueron reconocidos, a pesar de que la región, en líneas generales, avanzaba en esta materia. Pero la percepción mayoritaria, dentro y fuera de Venezuela, era que el país progresaba.