Devuélveme a Venezuela

Es desierto aquí hermanos:

todos mis amigos se fueron,

todas mis novias se fueron...

Las bestias rojas la secaron ebrios de ambición;

dame las armas para derrotarlos

y otórgame el pan bendito; mis dioses,

y la fuerza para empujarlos

para lanzarlos por las ventanas

lejos de este barco sagrado;

y déjame enorgullecerme de nuevo:

dame las fuerzas, las ganas,

para levantar esta tierra de la divinidad:

de los arrecifes de la muerte

de la desolación de mis vecinos

de la destrucción y la desidia;

devuélveme sus alas doradas

y a sus grandes marineros

lanzados al infortunio, lejos, muy lejos.

¡Devuélveme mi casa del exilio

que se estancó en el fondo de su final!

Solo me queda apostar-resistir-

por la libertad.